Sobre el Principito
Hoy vi un colibrí. Volaba casi a ras de suelo y siendo aún de día, la luna y el sol lo cobijaban. Espero hayan visto esos días en que la luna se puede ver siendo aún de día y espero que como a mí, a ustedes los haya sorprendido esa figura porque, pocas veces pude el día estar tan cerca de la noche. Así pues, la luna y el sol estaban en el cielo y ella nos veía con sus ojos de conejo, y él, con los suyos de miel. Al colibrí lo cobijaban los dos y a mí me acariciaban los tres. Los colibrís son únicos, únicos en el sentido que todo ser vivo es único. Las cucarachas y la ratas también lo son, pero poca gente valoraría esa imagen, el arte es elitista, dicen. Por otro lado, he tenido la condición de que de mis parejas odiaban o a las cucarachas o a las ratas, alguna otras a las serpientes, hormigas, abejas, murciélagos y así por el estilo. ¡Vaya cosa!, ni unas ni otras, (me refiero a los tipos de animales enlistados y mis parejas) han tenido culpa en ese juego de odio, las unas porque