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Mostrando entradas de junio, 2023

Apuntes sobre San Francisco y sus florecillas.

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  En cierta escuela de antropología fui testigo de la siguiente frase… “las ideas de López Austin son ideas anquilosadas”. La frase, dicha por alguien que en aquel momento, participaba de uno de los proyectos de investigación etnográfica con mayor presupuesto de los últimos años en México, me ha quedado grabada. El dicho, a todas luces majadero estaba sustentado no en razones sino en prejuicios y un ego mal dirigido. El prejuicio es pretender que todo autor anterior, es “anquilosado” o “superado” y el ego mal dirigido radica en pretender que si te invitan a un paseo por Palacio Legislativo, también eres diputado o senador. Sobre esto último, se requiere psiquiatra y yo no lo soy, sobre lo primero algo hay que decir: Todo pensamiento, es pensamiento moderno. Lo es en cuanto que la lectura de un texto o autor antiguo, supone un diálogo. El nivel de ese diálogo se encuentra en la potencialidad del texto, la imaginación, formación e inteligencia del lector. Por ello creo que una frase co

Pensamientos, cosas y poetas malditos

 24 de enero de 2023 Es hora de hacer recuento, los lentes se me imponen recordándome que la vista ya no es lo de antes, y por eso me da por escribir palabras, palabra que me rondan y que pretenden ser útiles como instrumento catártico, y que a veces dudo de que otorguen consuelo. Aun así, me obligo a escribir, me obligo a escribir pretendiendo la honestidad de Hemingway. Me obligo en este día de padre y en esto medio día, con un sol que hace recordar el horno de panadería: las conchas y los tornillos   pronto se queman de un lado y por el otro están crudos, de ahí la pericia del panadero, único oficio, junto con el de hacer tortillas, que poseen dignidad aun te pesquen con “las manos en la masa”. Lo sé, porque hace un tiempo me enamoré de una hija de la panadería. Fui a un pequeño centro cultural en Xalapa y vi junto a tres personas más el documental: “Vaquero de medio día”. La película-documental muestra la búsqueda del poeta desaparecido Samuel Noyola. En cierta medida todos los

Apuntes a propósito de Exceso de Muerte de Armando Bartra

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  La colección de “Breviarios” del Fondo de Cultura Económica siempre me ha atraído, y tengo por costumbre entrar a la librería y buscar esos colores, lo cual habla por un lado de un cierto espíritu de coleccionista y por el otro, me recuerda a aquel que compra libros por color y por metro para engalanar espacios, porque de alguna perversa manera piensa que aquella posesión es indicativa de inteligencia. Nada más falso, se trata del complejo de comer hamburguesas con refresco “light”: contradictorio e inútil. En fin, recomiendo que no se fíen de personas que en espacio propio y regularmente a sus espaldas exhiben una retahíla de libros perfectamente ordenados por colores y tamaños, creando un atmosfera “tan intelectual”. Recomiendo confiar más (aunque con precauciones) en personas que tengan bibliotecas tipo Monsiváis o Piaget. Toda esta palabrería sirve de preámbulo para comentarle que he leído “Exceso de muerte” de Armando Bartra texto que se haya publicado en esta colección. Es si

Donación para Huayacocotla

  No deja de llamarme la atención que Adán Augusto decida “donar” dos y medio millones de pesos a Huayacocotla, acto por lo demás populista y que nos asegura dos cosas: primero él quedará como un “donador desinteresado” y segundo, por supuesto que tiene suficiente dinero para su campaña. Pero no, no son estos los motivos los que me hacen voltear hacia el caso. Pongamos los puntos sobre las íes: Huayacocotla es un municipio enclavado en la sierra madre oriental cuya condición cultural está más relacionada con Hidalgo que con Veracruz. Se trata de “la Siberia veracruzana” llamada así debido a su clima, y a que este lugar mandan a los maestros indeseables para el sistema, como forma de castigo. Es además, notable por muchas cosas, sin embargo el lindar con la pobreza extrema no es una de ellas, (¡vaya! que tampoco la población es rica) pero si este el criterio de Adán Augusto, alguien tiene que informarle que al lado de Huaya (que así le llaman cariñosamente sus habitantes) existen otros

¿A quién engaña Madame Bovary?

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De los apenas tres libros leídos que llevo este año, uno de ellos es la novela de Flaubert, escritor francés del siglo XIX. “Madame Bovary” es, según el prólogo de José Arenas una de las novelas referentes para los franceses. Madame Bovary narra el mundo interno y externo de una mujer del siglo XIX; que a disgusto con su propia vida, su cuna, su marido, su hija halla viable el consuelo en sueños de grandeza expresados a través de sus relaciones extramaritales. ¿A quién engaña Madame Bovary? ¿Será acaso a su marido con sus múltiples amantes? No, desde mi óptica madame Bovary engaña al lector, quien puede caer en el garlito que se trata de una novela de amor, o acaso de ejercicio de la libertad. Hay un personaje que nos viene a estampar en la cara todo esto. No se trata desde luego de Carlos esposo de Emma y que resulta ser pazguato y desabrido, ni siquiera sus amantes que exceptuando quizá a uno de ellos y sólo por inicial momento, pues a la apertura de su relación, supo lo que quería y