Música Satánica
Curiosamente algunos ingenuos
creen que la relación del diablo con la música tiene inicio a partir del
advenimiento del blues o del rock, pero esto no es para nada cierto. Claro está
que en ciertos momentos históricos se da por sentado que existe una relación intrínseca
entre cierto tipo de música y Mefistófeles, por ejemplo en el heavy metal. (Los mayores recordarán cómo se ponían los acetatos al revés para escuchar
“el mensaje satánico”). Pero en realidad esta relación es mucho más antigua y
expongo aquí el caso que nos presenta Giovanni Papini (escritor italiano nacido
en 1881 y fenecido en 1956) sobre dicha relación.
Papini (hay que decirlo) es un
católico a ultranza, sin embargo parece que su texto no fue muy bien recibido
en los círculos conservadores de la Iglesia. De la aludida obra de Papini tal
vez una de las partes que causan más impacto es donde trata la relación entre la
literatura y Satán, en especial donde aborda la música. Como antropólogo no
pude dejar de fijarme en la siguiente afirmación:
“La música negra o de imitación
salvaje es, por ejemplo, la más adaptada al bajo personal del infierno con sus
alaridos insolentes, con sus groseras estridencias y sus bestiales tamborilazos.”
(Papini, 2013:150)
La afirmación de Papini no es
novedosa, en muchos contextos de contacto entre los occidentales y otros grupos
africanos, asiáticos y americanos, los primeros no tuvieron empacho en llamar “demoníaca”
a ciertas melodías o ritmos, la cosa no es pues, nada extraña, lo que sí se
torna interesante es la afirmación que hace el autor enseguida.
Pero el viejo Satanás es más
artista y más refinado. Cuando quiere desahogar la rabiosa exaltación del
sábado, con un poco de música recurre también hoy al violín de Tartini y de
Paganini” (Ibid: 150)
La afirmación de Papini no es del
todo equivocada en cuanto a Tartini, pues como él mismo lo admitió, cierta obra
le fue enseñada por el Diablo durante un sueño, cuando se encontraba en el
convento de Asís.
… se le apareció en sueños el
Diablo que, cogiendo el violín, comenzó a tocar con un estilo extraño y
desconcertante, consiguiendo arrancar al instrumento efectos inauditos de
audacia, ignorados para los concertistas del aquel tiempo. El diablo reía y se
contorneaba mientras iba ejecutando con creciente vehemencia aquella música
infernal y cuando hubo terminado desafió al virtuoso durmiente a repetir con su
instrumento lo que había oído. (Ibid: 147)
Tartini, según relata el autor
despertó inquieto y sobresaltado pero con todo y ello, logró transcribir parte
de lo escuchado al pentagrama. La obra es conocida como “Trillo del Diavolo” y es en realidad, si nos atenemos a lo dicho
por el mismo autor de la obra, una verdadera música satánica.
Y bueno por si quieren enlazarse
con lo demoníaco de una manera genial, les pongo acá la obra de Tartini.
Fuentes:
Imagen: http://suite101.net/article/el-demonio--su-origen-a8974
Papini Giovanni. 2013 El Diablo. Clásicos de la Literatura, Grupo editorial Tomo. 219 p.
Imagen: http://suite101.net/article/el-demonio--su-origen-a8974
Papini Giovanni. 2013 El Diablo. Clásicos de la Literatura, Grupo editorial Tomo. 219 p.
Comentarios
Publicar un comentario