Sobre Pánfilo Badillo Laguna y los olvidados de la Revolución Mexicana.

 Los que andamos entre los cuarenta y cincuenta años de vida, lejos estamos de haber vivido el proceso revolucionario que se conmemora el 20 de noviembre, pero sabemos, eso sí, las historias de nuestros abuelos al respecto y muchos de nosotros nos hemos acercado a fuentes antiguas, (periódicos, fotografías, documentos) y fuentes recientes, (libros, artículos) que narran el proceso.



Grandes personajes pasan por la mente, desde Madero, hasta Zapata. Personajes que la Historia oficial o la historia de masas no dejan morir. Hay en cambio otros, que han sido paulatinamente olvidados, y que se asoman por el rabillo de la Historia, hombres de carne y hueso y no como aquellos que de tanto nombrarlos se han vuelto borrosos, odiados o amados, pero dichos sentimientos, pasan por el tamiz de los litros de tinta que han escurrido sobre ellos.

Los otros, los de “carne y hueso” son más humildes, sus nombres no aparecen más que en la lista de raya de una hacienda, o en la lista de la leva. Pero sucede que de vez en vez uno que otro personaje de a pie, de calzón de manta, de poca letra, de piel curtida, se cuela en el tiempo y se nos estampan en la cara. Ese es el caso de Pánfilo Badillo Laguna, que ha perpetrado su nombre en una pequeña escuela de educación preescolar. No fue él quien sugirió la idea, pues para cuando esta escuela apareció, Pánfilo ya había partido a armar revoluciones celestes.

Pánfilo es reconocido en varios documentos como líder de la revolución en esta parte de la Sierra. Su lucha como la de muchos otros se levantaba contra los hacendados. En su caso la Hacienda de Vaquerías. Las tierras que hoy posee el Ejido de Carbonero Jacales, y muchas otras comunidades eran en su mayoría pertenecientes de la Hacienda de Vaquerías, a la sucesión de Luz Herrera; precisamente contra la que se enfrentó Pánfilo.


En aquellos años Pánfilo con un pequeño Batallón organizaba los ataques a la Hacienda, refugiándose luego en las cuevas que le brindaba la zona. Perseguido por el Ejército Federal, en alguna ocasión una bala de máuser le atravesó el hombro izquierdo. La mujer, preparo una infusión de árnica y remojó unos trapos en ella; los colocó alrededor de una vara y les empapó de aguardiente. Con este instrumento limpió la herida que le iba del pecho a la espalda. Vendó como pudo a Pánfilo y éste regresó a “echar bala”. De ese tamaño era Pánfilo. Hoy, muchos de sus descendientes ni siquiera reconocen su nombre, muchos de los que poseen y venden tierras de la antigua Hacienda, no saben de dónde las obtuvieron.

A pesar de todo lo anterior, como dije, Pánfilo, se coló en un huequito de la Historia. El día de hoy algunos se preguntan, de dónde derivó el nombre del preescolar, y hay otros que pretenden cambiárselo. Bueno, desde mi perspectiva dicho nombre, en dicha escuela es un resabio de Justicia por los miles de olvidados de la Revolución Mexicana.

Alejandro Durán Ortega

Comentarios

  1. Alberto Garcia Sampayo22 de diciembre de 2020, 11:43

    Garcias estimado Alejandro, por ilustrar nos. Saludos.

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  2. Ale buenos dias, oye donde puedo investigar algo de la cerca de piedra.

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  3. Cierto, si no fuera por las celebraciones de los días de muertos, que me ayudan a recordar a mis difuntos, ni siquiera los recordaría... ahora, mucho menos a antepasados ni sus luchas, glorias, valentias por legar libertad, derechos, tierra, justicia...por haber hecho mundo, bien o mal para los que venimos atrás o adelante, según.

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  4. Alfredo Josafat Bonilla Herver25 de agosto de 2023, 12:10

    Existen muchos relatos de personajes que de alguna manera tuvieron que ver con lo que ahora son las tierras que poseen los ejidatarios y/o comuneros, como por ejemplo muchos de los que fueron comisaríados teniend que caminar largas jornadas desde sus lugares de origen hasta la Estación de Apulco y de ahí a la ciudad de Xalapa o la ciudad de México para acudir a las oficinas de la Reforma Agraria y lograr que se les entregaran o restituyeran sus tierras, por ejemplo del municipio de Zontecomatlan a Huayacocotla tenían que caminar 12.horas y.de ahí a los lugares que ya se mencionaron con anterioridad, era toda una odisea para poder llegar a esas oficinas para lograr que se les otorgarán sus resoluciones presidenciales y con ello poder contar con un documento que les amparara.

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  5. Alfredo Josafat Bonilla Herver25 de agosto de 2023, 12:20

    Es menester dar a conocer que existen otro tipo de héroes anónimos que son aquellos personajes que ocuparon los cargos de comisaríados quienes tuvieron que caminar muchas veces largas jornadas para que se les pudieran otorgar o restituir sus tierras ejidales o comunales teniendo que desplazarse desde sus lugares de origen hasta la Estación de Apulco solo para poder llegar de Zontecomatlan a Huayacocotla devian de caminar 12 horas y de ahí a ciudades como la de Xalapa o la ciudad de México para acudir a las oficinas de Reforma Agraria y lograr que se les otorgarán sus resoluciones presidenciales y con ello poder contar con los documentos que ampararan la posesión de sus tierras.

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