La pierna de la abuela de Malcolm el de en medio y la de Santa Anna también en el medio.
Pocos productos televisivos gringos me han sido atrayentes en verdad. Se debe tal vez a ese sentimiento anti - gringo que poseíamos los de mi generación y los de mi clase, clase baja de la Ciudad de México. y que sigue aflorando en mí de vez en cuando. El sentimiento de rechazo a lo gringo, era en los años setenta y ochenta, resultado de la educación de una generación anterior, y la confrontación con el otro, ese “güero” del norte que nos había quitado medio territorio y ahora pretendía quitarnos la lengua y las formas.
Dada esta lucha simbólica, el rechazo
a lo anglosajón era trascendente como base de una endeble y siempre en construcción
identidad mexicana. Pero, en fin, que de vez en cuando alguna serie gringa te atrapaba.
Conmigo, ha sido el caso de “los años maravillosos”, “los Simpson”, Dr. House, La
teoría del Bing Bang y por supuesto Malcolm el de en medio.
El episodio 14 de la sexta temporada
de Malcom el de en medio presenta a una abuela de Malcolm que salva a su nieto
Dewey de ser atropellado. En la acción la abuela pierde el chamorro la pierna y
esto genera sentimiento de culpa en Dewey. Él niño para pagar sentimientos de
culpa, logra recuperar la pierna del hospital y le prepara un sepelio dirigiéndole
algunas palabras. Una vez que está a punto de enterrarla el padre de Dewey llega
con un perro que le trae de regalo para ayudar a levantar el ánimo de su hijo. Mientras
platican padre e hijo, el perro coje la pierna de la abuela y se esconde para
comerla. De ahí se desarrollan otra serie de acciones en verdad absurdas y humorísticas.
Ahora bien, uno pudiera decir que
el caso presentado por la serie, como la mayoría de ellos rayan en lo surrealista,
pero lo que si podemos decir es no es nada original. En México, no se no ha
olvidado el famoso caso de siglo XIX, de los funerales de la pierna de Santa Anna.
El dictador, al que se le
atribuye la responsabilidad de la pérdida del territorio mexicano, mandó en
realidad a hacer tres sepelios para la extremidad que había perdido en el
enfrentamiento con los franceses. La primera en su hacienda de Veracruz, ahí recibió
cristiana sepultura y honores militares, fue posteriormente exhumada y vuelta a
enterrar en septiembre de 1842, en un cementerio que se hallaba en lo que hoy
es paseo de la reforma en la Ciudad de México, también como hizo Dewey con la
pierna de su abuela, la de Santa Anna recibió oraciones, y poemas. Como en el
caso de la serie, tiempo después, en 1844, en una revuelta la extremidad fue sacada
y arrastrada por la ciudad, perdiéndose su lugar exacto. Cosa muy parecida a lo
que realizó el perro.
No he investigado quienes son los
escritores de la serie, pero me queda claro que algo averiguaron de la pierna
de Santa Anna. En México, esto se ve como anecdótico, entre los gringos se
vería como explotable.
Santa realizó un último funeral
ahora a su prótesis que había perdido muy cerca de donde ahora escribo, una
comunidad llamada Cerro Gordo a las afueras de Xalapa, la prótesis terminó en un
museo militar en Estados Unidos en el Estado de Illinois, en una pequeña
comunidad llamada Springfield.
A diferencia de la versión
mexicana, donde los soldados gringos llegaron al lugar y encontraron la pierna
y un pollo, pues los soldados mexicanos habían sacado cargando a Santa Anna, en
la versión gringa lo hallaron comiéndose un pollo, y huyó montado en un burro.
La visión gringa de la historia que
se ve reflejada en la mayoría de sus películas o series es comercializable, y en
la gran mayoría de casos lo logran estigmatizando y ridiculizando al otro. Series
como la de Malcolm o los Simpson juegan con lo mismo, pero ponen énfasis en la
misma sociedad gringa.
En todo caso, a veces queda claro
por qué, personajes, como Bretón o Dalí dijeron que México era el país más surrealista
y creo que la poderosa fuerza de esta idea no lo hemos sabido proyectar.
Alejandro Durán Ortega
Se
muestra la pierna protésica de Santa Anna (chitchatpost.com)
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