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La literatura y “Las personas decentes”.

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  La literatura no es parenética. Quiero esto decir que no busca persuadir y no tiene intención de educar a nadie, o acaso, se tiene que especificar que no toda la literatura, o el grueso de la literatura no posee esta finalidad. Leer novela, poesía, cuento, no puede ser considerado como un acto educativo; sobre todo, si por dicho acto se entiende “encierro por horas en alguna habitación”. Encierro donde se detonan, exponen, gestionan, promueven múltiples cosas; algunas, relacionadas con la adquisición de conocimiento y otras con la alineación a las normas sociales. El título de la novela de Pedro Mata: “Las personas decentes”, puede resultar engañoso; pues alguien pudiera confundir, si se atiene exclusivamente a la portada, con una especie de manual de Carreño o texto educativo; más resulta que Pedro Mata, mata esa posibilidad, cuando bajo el epíteto; con fuente menor y entre paréntesis previene: (novela). “Las personas decentes, (novela)”, sería el texto completo que a primera vist

Gato

  ¿Qué se puede decir de un gato? casi nada que no esté dicho, pero si se me permite, puedo señalar que ese felino, es el animal doméstico menos domesticado. Ajeno a cualquier cosa que no tenga que ver con él mismo, pero dicha cuestión, es sólo es aparente. El mío, es negro y de carácter gruñón. Suele desaparecer de improviso y sin más, se pierde toda una mañana o toda una tarde y luego, así como se fue, sin avisar y de repente, lo veo sentado de frente, no sé si juzgándome o exigiéndome. Algunas veces, se sienta a mi lado mientras escribo o mientras leo y como si entendiera que lo que hago es cosa valiosa para mí, y por un rato duerme junto a mis libros. No sé por qué, pero pienso que el día que ya no esté algo faltará en mis letras, tal vez esa calidez de ser, el más salvaje de todos los domesticados.

la vida

    Fíjate que, si me pidieras una definición de vida, (cosa que no has hecho, pero aun así te aguantas, jejeje) Yo diría que la vida es el sutil arte de saber cómo acomodar los fracasos personales. Unos servirán de banco, entonces están ahí para subirse en ellos, otros lo utilizarás como recuerdo incómodo, para no volver a confiar en cierto tipo de personas, pero otros, los más complicados los acomodas entre el sentimiento y la razón para jamás herir a nadie con ellos.

27 de mayo de 2024 Futbol y política

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  Hace años, cuando era yo chiquillo ayudaba yo a mi padre a colocar en la calle donde vivíamos una serie de banderitas de lo que se llamaba “Frente Cardenista”. Estaba yo encaramado en una escalera, colgando aquella propaganda, cuando pasó una vecina que más o menos era de mi edad, 14 o 15 años y, cuando ella vio que estábamos colgando aquellas banderolas, empezó a gritar “chiquiti boom… el PRI; el PRI, ra ra ra” etc. Ya saben, la porra que se utilizaba mucho en cualquier lado, incluidos por supuesto, los estadios de futbol. Dado que esa misma actitud se le había visto a ella misma defendiendo al América, que como saben es un equipo de futbol me nació la inquietud de que, si ella no estaría confundiendo una lucha futbolística con una lucha, política. Idea que hasta el día de hoy me ronda la cabeza. Digo todo lo anterior, porque ayer un vecino me preguntó sobre quién sería campeón en el futbol mexicano. – “Los pumas” – respondí rápidamente. Sobra decir que escupió la caguama que esta

Pláticas intrascendentes

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23 de mayo de 2024 A veces uno sólo plática de cosas banales, nada más por hacer plática. Me pregunta una amiga el día de hoy.   - ¿Cuánto calor hace dónde estás? - ,   - Bueno- le dije yo -estamos a una temperatura de 38° - - Pero ¿la sensación? - me pregunta. Bueno la sensación es que nos vamos a achicharrar y que no fue buena idea, derribar diez millones de árboles. – - La sensación térmica – Me aclaró. - ¡Ah! esa, sólo es el resultado de la combinación entre la temperatura, la velocidad del viento y la humedad relativa – Pláticas intrascendentes, digo yo.

22 de mayo de 2024

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No, no es fuera de lo común que mi gato me despierte con mordidas en los pies. Cierto que no le pongo mucha atención, pero en todo caso, lo hago más de lo que él lo hace conmigo. No sé como definir a un gato, y mucho menos sí éste es negro. Por éste en particular he recibido ofertas de compra. Los gatos negros, como todo mundo sabe, son codiciados por ciertas artes de hechiceros y se cargan cierta fama de atraer mala suerte. Sea o no sea yo no lo he querido vender por más que su madre también sea de ese color. Pues nada, que hoy resulta que se me ha lanzado a la cara y sin darme cuenta hasta pasado el sobresalto, me ha quitado de encima una gran cucaracha que paseaba en mi rostro. Uno puede imaginarse a Gregorio Samsa despertando trocado en gran insecto, pero eso de que una cucaracha te ande besando dormido, es ya una exageración, digo yo. En fin, que la cucaracha terminó siendo juguete de mi gato negro y yo terminé pensando como poder definir a un gato. Alejandro Durán Ortega

¿Para qué nos sirven las campañas?

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Los ciudadanos de a pie, los que escuchamos el estrepito político campañesco actual, deberíamos pedir un “tiempo fuera”, un descanso, un periodo de meditación, deberíamos exigir a todos los abanderados de todos los partidos: “SI-LEN-CIO”. El ruido es tal, que impide, ya no digamos algún tipo de comunicación, sino que imposibilita escuchar los propios pensamientos. Esta campaña, tal vez como ninguna otra posee una estridencia funesta, se compone de insultos, provocaciones, mentiras, acusaciones, denuncias (con o sin verdad) racismo y clasismo matizados y un largo etc. No, no crean que soy ingenuo, la “sangre” política mexicana en general ha sido siempre una especie de bestia que quiere el poder sobre cualquier otra cosa, incluso ama al poder más que al dinero, no saben vivir sin él. Para ello, usa cualquier método a su alcance. El político usa la traición, la lisonja y la mentira; es, además, convenenciero, y chantajista, puede incluso llegar al chantaje emocional usando llantos cocod