Loie Fuller
He leído con sumo agrado Fémina
Danza, este hermoso texto se acercó a mí. Estoy seguro de la conspiración contra el espectador, y que el comunicado (necesario para el lector en ese momento), es el
que le aborda precisamente por eso, porque lo requiere. No, no creo que sea
cosa de magia, sino de destino entrelazado, y de un estar atento. Pues bueno,
este libro se presentó sin yo quererlo. ¡Grata sorpresa! Y es que tal como lo
plantea el autor “El conocimiento del arte no plantea problemas sino
expectativas.” ¡Y cuánta razón tiene Alberto Dallal!
Editado en 1985 por la UNAM, la
obra se sumerge en la danza, no cualquier danza, sino aquella que se
materializa femenina, cuestión a la que me había negado por mucho tiempo,
¿hecho cultural, decisión reflexionada?, no, simple ignorancia, como tantas
otras cosas que he rechazado sin conocerlas. Amén de los temas abordados, (tales
como, “¨Cómo acercarse a la danza”, “qué hacer con la danza popular urbana”, que
en mucho contribuyen a cambiar prejuicios en neófitos como yo); en lo personal
me ha impactado encontrarme de frente con la vida de las bailarinas, de su
pasión, de su esfuerzo, de su ser doble, ser mujer y ser bailarina. ¿Qué es lo
que se ve? La obra en sí, la estética, la belleza. ¿Qué es lo que se esconde y
que resulta ser la base? La fuerza, el trabajo, la idea, el sacrificio, el amor
a lo que se hace.
Sin duda las andanzas y
pensamientos de Anna Pávlova, Martha Graham, Anna Sokolow, Alicia Alonso y
Guillermina Bravo merecen más que unas líneas y no soy yo quien pudiera decir
algo novedoso, ni medianamente importante sobre ellas. Dallal lo hace de una
forma poética y clara. Sin embargo, a lo que si tengo derecho es a mostrar mi
admiración. Entre las que mujeres que trata, es Loie Fuller, la que me ha
estremecido. He recorrido esas letras que cuentan parte de su historia y he
terminado por sucumbir. La fecha de su nacimiento según algunos fue 1862 y
según ella misma en 1870, lo importante es que vino a existir en el mundo Loie
Fuller (existen ciertos personajes que ya no importa dónde ni cuándo nacieron,
pues se han vuelto universales, seres humanos, pertenecen a cualquier tiempo y
cualquier geografía, con la sola condición de apreciar su beldad). ¿Cómo resume
Dallal el andar de Loie Fuller? De la siguiente manera:
“1) Libera
antes que nadie y generaliza la dramatización de las emociones por medio de los
movimientos naturales y sencillos del cuerpo (para conseguirlo se apoya en
piezas musicales cultas o importantes); 2) aplica, utiliza por primera vez y en
algunas instancias inventa algunos procedimientos de la técnica de la
iluminación de los escenarios que habrían de hacerse comunes en las modernas
artes del espectáculo o que propondrían imágenes insospechadas para la escena
contemporánea. “ (Dallal, 1985: 55)
Mujer de fuerza extraordinaria,
para lograr lo anterior no se detiene, busca, investiga, encuentra experimenta,
se trastoca en científica aplicada, retrocede ahora y se vuelve artista.
Transmite, impresiona, causa sentimientos. Y es que la danza como arte, consume
su intención en el espectador. Para ello, no se detiene en entrar en
comunicación con los Curie, de quienes ha sabido han descubierto
el radio. “Eva Curie relata que la Fuller escribió para recibir información al
respecto porque quería “alas de mariposa de radium” (Ibid: 64). Continua
relatando Dallal que al informársele que el costo sería enorme, como modo de
agradecimiento a su respuesta monto un espectáculo en casa de los científicos.
Pero la Fuller no sólo innovó en
danza, era una mujer inteligente y una alma atenta. El mismo autor relata que
en México, le pregunta a dos funcionarios públicos:
“Qué
proporción creen ustedes que guarde la criminalidad de México con la de mi
país?
Y como los
funcionarios, pagados por la nación y que debían saber eso, guardaron
ignominioso silencio, “la serpentina” mejor instruida que ellos, contestó: Pues
señores, según las estadísticas que he visto, en México, relativamente a su
población, se comete un cincuenta por ciento menos de crímenes que en los
estados Unidos.
Los cometarios
huelgan” ( artículo del Universal del 15 de enero de 1897,Citado, en Dallal,
1985: 66)
Es la Fuller, una grata sorpresa
para mí, y luego me detengo y pienso cuántas Fuller no he conocido, cuántas
mujeres a las que debemos honor, no se han mencionado, cuántas ocultas esperan.
Alejandro Durán Ortega
Fuentes:
Dallal, Alberto. Fémina-Danza.
UNAM, México, 1985, 193 p.
https://www.youtube.com/watch?v=Dda-BXNvVkQ
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