La imagen de Paqari Ayar

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Fotografía: Paqari Ayar

Por algún tiempo participé en una investigación sobre “la imagen de la niñez en México” comandada por el Dr. Alberto del Castillo Troncoso, a quien considero uno de los máximos especialistas en México sobre este tema. La pasión con la que aquel investigador abordaba y aborda sus temas me llevó a leer a “La cámara lúcida” de Roland Barthes. Este último afirmaba que la fotografía puede ser objeto de tres prácticas, emociones o intenciones: hacer experimentar y mirar. Dividía además entres el Operator, el Spectator y el Spectrum (Fotográfo, el que lo admira y aquello que es fotografiado.

Con estas trilogías (ya he señalado que a occidente le gustan las trilogías) me detengo para acercarme como spectator ante la fotografía de Paqari Ayar y me doy cuenta que siendo ella fotógrafa (operator) de una realidad que le pertenece, digamos del mismo origen del spectrum, algo diferente ofrece su mirada a diferencia de otros fotógrafos convencionales que pueden tener una visión lejana del mundo andino.

Paqari observa, pero sabe dónde observar, detiene la mirada ahí donde su propia cultura le susurra. Es, por así decirlo, como si ella misma se volviera fotografía; como si mantuviera una relación con aquella imagen que construye, pero que a su vez la construye a ella. Paqari se vuelve fotografía y la fotografía se vuelve Paqari. Es una construcción dialéctica entre el spectrum y el operator. Es evidente que un fotógrafo no boliviano se fijaría en otros motivos; en ese sentido el spectrum es construido por Paqari desde un diálogo en clave andina.

Después de que el obturador se usó, no basta con imprimir en papel aquella imagen, ya sea en blanco y negro o a color. Siendo boliviana, Paqari interviene la fotografía aún más; usando hilos interviene la imagen. El papel es atravesado por hilos coloridos; se crea un relieve de colores único, una geografía de matices. Para Mesoamérica y para la zona andina el color siempre es más intenso superando a los impresionistas, el color brota en estos lugares como brota en las imágenes trabajadas artísticamente por Paqari. Sobre la imagen se impone la vida en hilos coloridos que te acercan a esa realidad profunda. El spectrum es ahora ella misma. Cada hilo en la fotografía expresa aquella vida colorida.

Tengo el honor de que Paqari me obsequiara una de sus fotos. Es un regalo único. Sólo me queda decir, ¡gracias! ¡Viva Bolivia y viva México!

Alejandro Durán Ortega

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