Los que andamos entre los cuarenta y cincuenta años de vida, lejos estamos de haber vivido el proceso revolucionario que se conmemora el 20 de noviembre, pero sabemos, eso sí, las historias de nuestros abuelos al respecto y muchos de nosotros nos hemos acercado a fuentes antiguas, (periódicos, fotografías, documentos) y fuentes recientes, (libros, artículos) que narran el proceso. Grandes personajes pasan por la mente, desde Madero, hasta Zapata. Personajes que la Historia oficial o la historia de masas no dejan morir. Hay en cambio otros, que han sido paulatinamente olvidados, y que se asoman por el rabillo de la Historia, hombres de carne y hueso y no como aquellos que de tanto nombrarlos se han vuelto borrosos, odiados o amados, pero dichos sentimientos, pasan por el tamiz de los litros de tinta que han escurrido sobre ellos. Los otros, los de “carne y hueso” son más humildes, sus nombres no aparecen más que en la lista de raya de una hacienda, o en la lista de la leva. Pe...
Excelente texto, breve y con ricos tintes surrealistas, me gustó... tal vez sólo pondría: "¡déjenlos en paz"... haciendo tal vez alusión a los recientemente masacrados e Tamaulipas. Saludos.
ResponderEliminarSería más fuerte, cierto. agradezco tu lectura hermano, te mando un fuerte abrazo
EliminarMe gustó mucho el nombre de tu blog
ResponderEliminar¿Verdad que está chido? hace unos ayeres un académico me dijo que lo cambiara poque no era serio. Decidí dejarlo
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