Zapato

 


Levanto mi lengua, bebo sudor y orines; busco, busco a mi par y no lo hallo, sólo mi suela arrastra ceniza; escucho aullidos que desgastan mi sintética piel. La nada llega, mi tacón se suelta y descanso; mi cordón, junto a otros, forman nudos, nudos trocados en montañas; cerros que reclaman respuestas. Recuerdo la hoguera y lejanamente escucho, “déjenlo en paz”.

Comentarios

  1. Excelente texto, breve y con ricos tintes surrealistas, me gustó... tal vez sólo pondría: "¡déjenlos en paz"... haciendo tal vez alusión a los recientemente masacrados e Tamaulipas. Saludos.

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    1. Sería más fuerte, cierto. agradezco tu lectura hermano, te mando un fuerte abrazo

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  2. Me gustó mucho el nombre de tu blog

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    1. ¿Verdad que está chido? hace unos ayeres un académico me dijo que lo cambiara poque no era serio. Decidí dejarlo

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