He leído con sumo agrado Fémina Danza, este hermoso texto se acercó a mí. Estoy seguro de la conspiración contra el espectador, y que el comunicado (necesario para el lector en ese momento), es el que le aborda precisamente por eso, porque lo requiere. No, no creo que sea cosa de magia, sino de destino entrelazado, y de un estar atento. Pues bueno, este libro se presentó sin yo quererlo. ¡Grata sorpresa! Y es que tal como lo plantea el autor “El conocimiento del arte no plantea problemas sino expectativas.” ¡Y cuánta razón tiene Alberto Dallal! Editado en 1985 por la UNAM, la obra se sumerge en la danza, no cualquier danza, sino aquella que se materializa femenina, cuestión a la que me había negado por mucho tiempo, ¿hecho cultural, decisión reflexionada?, no, simple ignorancia, como tantas otras cosas que he rechazado sin conocerlas. Amén de los temas abordados, (tales como, “¨Cómo acercarse a la danza”, “qué hacer con la danza popular urbana”, que en mucho contribuyen a cambiar...