¡Maten al mensajero! que al fin me voy en ese tren, que va con rumbo al sur.
El día de ayer se realizó por vía virtual una exposición sobre los impactos sociales y ecológicos del Tren Maya. El tema se ha destapado en las últimas semanas, por la participación de algunos artistas conocidos y otros no tanto, en un spot que circuló por redes sociales. En las conferencias que refiero se escucharon las voces del Dr. Rodrigo Medellín, del Instituto de Ecología de la UNAM, la Dra. Ana Esther Ceceña, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, la Dra. Luisa Falcón, del Instituto de Ecología de la UNAM y el Dr. Gustavo Alanís, del CEMDA, AC. Dicho evento giró en torno al análisis del proyecto de reordenamiento territorial Tren Maya. Todos ellos con las credenciales suficientes para hablar del tema.
Fotografía: Alejandro Durán Ortega |
Las cuestiones que se plantearon
a groso modo, son señalamientos de suma importancia, no sólo para la península
de Yucatán, sino para todo el país y, mal haríamos como sociedad si no nos
detenemos a escuchar todas las voces, más cuando se trata de voces con años de
investigación la zona.
Grosso modo, ninguno de los especialistas
que escuché, se oponen al tren maya (que por otro lado, no debería ser llamado “maya”,
pero ese, es otro tema) si no que alertan de un proyecto realizado “sobre las
piernas” es decir, apresuradamente, como muchos de este sexenio.
Aquí abajo les dejo el enlace de las conferencias.
https://www.youtube.com/watch?v=HpFkmueH_wI&t=18s
En resumen logró destacar tres
puntos substanciales, aunque la información da para más.
1) El
proyecto del Tren fue dividido en tramos, (siete) cuando la ley indica que se tiene
que hablar del proyecto en total y evaluar el impacto de manera general. Dividido
en tramos se minimiza el impacto general que puede tener. Es como si te dijeran
que van a cortarte en siete partes, así que primero sólo evaluamos que pasa si
te cortan una mano, ¡vaya sólo es una mano! luego un pie, y si ya se me olvidó lo
de la mano, pues ¿Qué tanto es un pie? Así con las otras dos extremidades, luego
un ojo, luego una oreja. Creo que el resultado final es más atroz que una sola
mano.
2) Las
comunidades no fueron informadas adecuadamente para poder emitir una opinión.
No hubo consulta, según los marca el convenio 169 de la OIT, y se suplantó por
meras asambleas informativas realizadas a modo. Y sí, he visto los modos en que
este gobierno consulta a las comunidades indígenas y deja mucho que desear. Es
como si yo te digo que me dejes entrar a tu tierra para poner una tienda. Te
digo que te daré empleo (claro en la construcción del local) y que hasta te
haré socio, pero al final, bueno... al final ya sabemos que pasa, porque tu
sólo eras dueño del tierra y no invertiste un solo peso. ¿De cuánto será tu
ganancia?
3) No
se cuenta con estudios científicos serios, sobre la complejidad ecológica de la
zona. No sólo son cenotes, sino toda una red de vida subterránea y terrestre
(incluidas el sistema de milpas mayas) que se verá afectada. A estos mismos
especialistas el gobierno los consultó pero no se tomó en cuenta su análisis. Así
que… voy al Doctor, éste me dice que tengo un sangrado interno en la cabeza y
necesito operarme, bueno, pues entonces, decido ponerme un curita en la frente.
Por supuesto, escuché la
mañanera, y en contraparte se dijo, que todos estos, individuos son seudoambientalistas,
conservadores, e hijos de la ideología más ruin y que en resumidas cuentas ese
Derbez es un conservador deleznable. (Aclaro, no, repito, no, me gusta el trabajo
de Derbez, pienso que sus películas son de mala calidad artística y toca temas pueriles,
además que según creo, todos sus personajes son copia más o menos velada de los
de Andrés Bustamante. Pero en todo caso, no sólo era Derbez o Rubén de Café Tacvba
el problema. ¿Qué el tema es político y, hay otros intereses atrás? ¿Y cuándo
no ha sido así? El problema es que cuando se está en guerra, el diálogo es
imposible si lo que haces es matar al mensajero y nunca escuchas el mensaje.
Más vale queridos amigos que
vayamos escuchando todas las voces y no sólo las del poder ya sea económico
(como los Conservadores del PAN, PRI y etc.) o los del poder político (como los
de Morena) que al fin y al cabo esas dos facciones luchan por esos dos poderes.
Yo me preguntó, los cenotes ¿serán chairos o serán fifís?
Alejandro Durán Ortega
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