Templo Mayor. Semillas de Vida. La sexualidad en Occidente

Visitando el Museo del Templo Mayor.


El Museo del Templo Mayor es uno de lo más importantes de la ciudad de México y en estos días ha montado una exposición temporal que es una verdadera maravilla. "Semillas de Vida, la sexualidad en Occidente" recorre a través de la exposición de varios objetos la vida y pensamiento alrededor del cuerpo humano y la sexualidad en diversas culturas de occidente. Desde cierto punto de vista la exposición hace dos aportes valiosos. Por un lado aborda una de las regiones del país que menos han sido abordadas desde al ámbito arqueológico, histórico y antropológico, por supuesto, mucho menos en el ámbito de difusión, pues siempre se hace hincapié en las culturas prehispánicas monumentales. Por otro lado, nos introduce a una de las prácticas culturales básicas para cualquier sociedad: la sexualidad.


La región de occidente mucho tiene que aportar al conocimiento de la cultura y vida y de los antiguos pueblos mesoamericanos y está conformada por los estados de Colima, Nayarit, Jalisco y Michoacán . En la exposición bien podemos apreciar la cercanía que los antiguos pobladores de estas tierras poseían con su propio cuerpo y con el de los demás. No aparece aquí el espanto y negación judeocristiana hacia el cuerpo, antes bien parece ser una relación más intima y consciente. El cuerpo es considerado vehículo de vida y relacionado con la cosmovisión es al mismo tiempo y por equivalencia, elemento necesario para la reproducción del cosmos. Lejos están los prehispánicos de falsos pudores y remordimientos pecaminosos. Más bien, parecen asumir con pleno conocimiento la práctica sexual como necesaria y natural. 


No es para nadie desconocido que la tierra es considerada madre, arquetipo señalado alguna vez por Jung; cuestión que comparten los pueblos mesoamericanos, pero más allá de ello, en Mesoamérica la tierra es considerada madre con cuerpo, y por lo tanto con órganos. Poseedora de vientre y vagina, la tierra recibe el falo- bastón plantador que deposita su semilla en ella. De esta manera la siembra se vuelve un acto de sexualidad, y por ende de placer. Sembrar por ello es uno de los actividades más importantes de y para la vida, pues en esta actividad ha estado y estará la base del futuro del mundo. De cualquier forma ustedes pueden hacer una visita al Mueso del Templo Mayor y sacar sus propias conclusiones.


Texto y Fotografías: Alejandro Durán Ortega

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