Una vuelta más.
Fot. Alejandro Durán Año nuevo, la Tierra ha completado la vuelta alrededor de su estrella. Gaía vigila a Tonatiuh; nunca se cansa, pero ¡vaya!, todo tiene un fin. Mientras, te ceñiré esta noche; el abrazo me permite, abandonarte el resto del año. Déjame repetir hasta el hastío lo que veo en las marquesinas, ¡feliz año!, mi lugar común favorito; ¡felices fiestas! mi frase fingidora, ¡que este año que empieza traiga lo mejor para ti!, mi mejor manera de librarnos de culpas; ¡felices compras! la que ronda mi lengua como la tierra al sol, pero que nunca se acerca. El computo del período anual dejó de ser juliano, para ser gregoriano, aun así, Tlalli sigue enamorada de Helios. Esa pasión no sabe de convenciones humanas. Mientras, fragmentaré ese trozo de carne y comamos esas uvas. Déjame escuchar la zalamería conocida ¡que rico que ha quedado!; ¡eres un artista de la cocina! La vianda me reconforta mientras pienso en la sopa instantánea diaria, que a medio salir del horno, te dejo o me