Sobre el sutil racismo y antirracismo mexicano.
Peculiar localización geográfica la de México en el continente, es, por un lado, con todo derecho, norteamericano si a la geografía pura nos atenemos; es, por el otro, considerado del “sur” por parte de lo que estadounidenses, canadienses y europeos han homologado con “tercer mundo” o subdesarrollo”, conceptos generados por ellos mismos para demostrar de manera “científica” que necesitamos de su guía. La cuestión, no es nada nueva, desde que México se planteó como país independiente la sombra de su vecino del norte ha estado presente y la preocupación mexicana por posicionarse también.
A los grupos conservadores
mexicanos, les urge que nos asumamos gringos, como en su momento les urgía
asumirnos franceses. El Estado ha llevado la batuta en esta cruzada. “Blanqueamiento”
desde el siglo XIX, a toda costa, como uno de los ejes para salir del atraso,
para unirse al “progreso”. La andanada de intenciones blanquizcas continúa
ahora desde la publicidad televisiva o de internet y por supuesto que ha
surtido efecto. “Nació morenito, pero es bonito” se le escucha decir a una
madre, padre, abuela, abuelo del recién nacido, como sí el empalagoso
diminutivo mexicano aminorara el racismo intrínseco contenido en la frase. “Déjate
la barba” me decía la abuela, “para que parezcas gente de razón”. ¡Cuánto peso
histórico hay en esta frase! con la que mi abuela pretendía hacerme un bien, más
aún cuando en su lengua y sangre el otomí estaba presente.
En esas andamos, debatiéndonos
entre querer ser lo que no somos, y luego viene otra prueba: oleadas de hondureños
vienen hacia el norte. ¡Que espanto! Chillan desde ya algunos, ¿cómo esos
hondureños se atreven a venir?, ¿cómo nos quitan lo nuestro?, ¿por qué el
gobierno les dedica recursos que nosotros necesitamos?, ¿por qué no se quedan
allá? Se rasgan las vestiduras y se preocupan de forma grosera, en realidad, la
presencia hondureña les causa angustia.
Las preguntas no son nuevas, las
había escuchado del capitalino contra el de provincia, pero sobre todo, del
gringo, contra el mexicano. Doble moral, la defensa del mexicano migrante en
Estados Unidos es genuina, contradictoriamente, el repudio contra el hondureño migrante
en México es justificado. México, pues se encuentra en un dilema, ético y
político. Del tema político se avizora que no nos quedará de otra más que
detener la oleada como se pueda, cosa que asegura que el monstruo gringo no nos
devore. Sin embargo, queda el problema ético, nos hemos vuelto lo que juramos
destruir.
Ante todo ello, me pregunto: ¿De
quién es la tierra? ¿Quién estuvo en esto que ahora llamamos América desde el
principio? ¿Quién es legítimo dueño? Preguntas incomodas para algunos que les
da por olvidar el pasado rápidamente. Curiosamente para los pueblos indios, las
preguntas son de fácil respuesta, puesto que la tierra tiene vida y es madre,
no es de nadie y es de todos, se tiene una ética clara en ese sentido, por todo
eso, el migrante puede “estar”, tiene derecho; así como lo tuvo el migrante
europeo en su momento, pero a estos últimos se les ha olvidado, ahora para el occidental,
tan dado a poseer todo, las respuestas a esas preguntas le producen
incertidumbre y niega a los otros lo que en su momento sus padres o abuelos (venidos
de España, Irlanda, Italia etc.) hicieron: migrar.
Por mi parte, sostengo que hay un
único animal (que no es humano) que podría llamar legítimamente americano, esto
ya lo había señalado López Austin con gran acierto. Siempre que hablo de este
animal recuerdo la letra de una canción compuesta por un veracruzano ilustre, “ahí
viene el tlacuache“…
Alejandro Durán Ortega
Profesor Alejandro, es un verdadero placer leerte, coincido contigo: "... puesto que la tierra tiene vida y es madre, no es de nadie y es de todos...
ResponderEliminar...El migrante puede estar, tiene derecho, así como lo tuvo el migrante Europeo en su momento...niega a los otros, lo que en su momento padres y abuelos hicieron:Migrar❗
Un halago, tus palabras. Te agradezco enormemente. Ojalá te siga gustando. Por lo pronto diario trato de escribir algo y los viernes nos escuchamos en Radio Huaya. Abrazo fraterno.
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